Los ramos de flores en las mesas parecen cosa del pasado, incluso, ya no suelen ser regalos tan comunes para una pareja. Ahora la decoración con flores es una gran alternativa dentro del hogar para darle toda una nueva personalidad a cualquier espacio, desde vintage y romántico hasta moderno y minimalista.

Lo básico

Puede que parezca un aspecto obvio, pero cuando quieres aventurarte en la decoración con flores, debes observar muy bien los colores del espacio. Una habitación oscura debe tener flores de colores brillantes para generar contraste, a menos que quieras tener un cuarto digno de una película de terror. No sobra una pasada por la teoría del color y mirar qué tonalidades combinan bien.

Las flores, además de traerle vida a la estancia, tienen la capacidad de relajar a los visitantes, gracias a su textura, olor y color, siempre y cuando sepamos hacer las mezclas correctas.

Otro aspecto importante a tomar en cuenta es el tamaño del espacio que quieres decorar con flores. Una repisa, una ventana, una pared, la parte superior de un mueble, el inicio de las escaleras, la puerta de entrada; analizar muy bien cada pequeño rincón será clave para escoger tamaños, tipos de flores y complementos a utilizar.

Teniendo estos dos puntos en cuenta, pongamos las manos en las flores:

Niveles para el éxito

Consiste en poner jarrones de varios tamaños en un mismo espacio. Algunos más altos que otros, unos delgados y otros anchos; esto le dará dinamismo a la zona y te dará la oportunidad de mezclar diferentes tipos de flores.

Aunque las flores son importantes, acá la clave está en los recipientes. Con los transparentes vas a la fija, pero si quieres generar mucho más impacto visual, apuesta por aquellos que son translúcidos con color y en diferentes tonalidades. De forma individual, irán cambiando de tono en función de la iluminación, pero cuando están en grupo verás cómo, entre ellos, crean sombras y juegos de claroscuros muy interesantes.

Esta estrategia de decoración con flores la puedes aplicar tanto en espacios grandes, ya sea en altura o en área, como en espacios pequeños. Sólo debes tener muy claras las proporciones.

La naturaleza en un jarrón

Seguramente, el primer recuerdo de decoración con flores que te viene a la mente es el ramo de flores que tu abuelita tenía en el centro de la mesa y que cambiaba con frecuencia. Las más comunes eran rosas, tulipanes, caléndulas, margaritas, claveles y una que otra abuela atrevida tenía aves de paraíso o girasoles.

La verdad es que esa ideología de ramo de flores clásico ha cambiado un poco con el tiempo, ahora se busca la forma de representar a la naturaleza en sus diferentes formas. Espigas, ramas con pequeños frutos, hojas aromáticas, flores secas, flores imperfectas y muchos otros elementos se juntan en jarrones para convertirse en el centro de atención de cualquier lugar.

Decoración con flores secas

Últimamente está muy de moda volver a lo vintage y recuperar lo que tiene mucho tiempo en el clóset. Ese look avejentado y desgastado se ha convertido en lo usado del momento y era de esperarse que también aplicara en la decoración con flores.

Acá es donde, probablemente, tengas la mayor cantidad de opciones para escoger, te enlistamos algunas:

• Las botellas de vidrio ámbar o las vajillas de barro le terminarán de dar ese toque desgastado y antiguo a las flores secas.
• Las plantas y flores secas enmarcadas se han convertido en una tendencia que encontrarás en todas las redes sociales. Una forma única de decorar paredes.
• Aquellos que consideran que los marcos son muy formales, tienen la opción de hacer guirnaldas, atrapasueños o collages con fotos y flores secas.
• Los bowls o platos hondos también se convierten en el jarrón perfecto para espacios pequeños y de poca altura, sólo agrégale unas flores y hojas aromáticas secas; incluso un par de frutas deshidratadas, y además de un elemento hermoso en tu decoración con flores, tendrás un aromatizante natural.

¿Cómo sé cuándo encontrar el balance perfecto en un espacio?

Para los espacios grandes, un buen consejo es aplicar la regla de tres. Esta consiste en establecer tres “puntos verdes”: uno central con el arreglo floral más grande (si es una sala, por ejemplo, se suele escoger la mesa principal) y dos puntos complementarios (al lado del mueble y en un rincón son buenas opciones).

En espacios pequeños puede ser un poco más complicado, pero no imposible. Aquí los niveles son tus mejores amigos. Usa esa esquina vacía de tu cuarto y haz tres niveles de flores o en el espacio de la ventana instala una repisa y úsalo para tu decoración.

Atrévete a implementar estos tips en tu decoración con flores, no olvides las proporciones y te aseguramos que te convertirás en un loco empedernido por las flores en la casa.

FUENTE: AMARILO