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Cinco enseñanzas económicas que nos dejan las crisis

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Actualidad

Cinco enseñanzas económicas que nos dejan las crisis

Al igual que en la mayoría del mundo, la economía peruana se ha visto altamente afectada por la crisis derivada de la pandemia. En consecuencia, nuestros bolsillos también se han visto afectados. Esto hace que, la mayoría de nosotros caigamos en una de dos situaciones:

  • En primer lugar, están las personas cuyas situaciones económicas casi no se vieron afectadas por la crisis. Aquí están ubicados aquellos que mantienen sus ingresos; aquellos para los que los gastos disminuyeron porque no tienen que gastar en cosas como comida fuera del hogar, viajes, transporte, entretenimiento, etc. Este grupo se caracteriza por haber buscado en los últimos meses la manera de ser más conscientes de la importancia del ahorro.
  • Por otro lado, está el grupo cuyos ingresos se han visto muy afectados debido al desempleo, recortes de pagos o cualquier circunstancia relacionada con la pandemia del covid-19. Ellos también suelen buscar nuevas formas de ahorro que se adapten al flujo de caja y que les permitan salir de deudas más rápido o solventar, en caso de que la situación no se ajuste pronto.

Sea cual sea el grupo en que te encuentres hay un punto en común. ¿Te animas a identificarlo?

Así es: ¡el ahorro! Por eso es el primer punto de esta lista de enseñanzas económicas que nos ha dejado la crisis:

1) El ahorro o fondo de emergencias es tu salvavidas

Ya lo hemos dicho en otros artículos: el ahorro no debería ser una preocupación solo en tiempos difíciles, debería convertirse en un hábito. Sobre todo, porque cuando hay déficit será una fuente de recursos clave.

No hay que tener miedo a usar este dinero para cubrir necesidades durante la pandemia o una crisis, siempre y cuando sea de manera responsable. Si no tienes un fondo de emergencia o no puedes permitírtelo en estos momentos, no te preocupes. Lo importante es que ya eres consciente de su importancia. Ahora, vuelve sobre tu presupuesto para incluir un dinero destinado a servir de colchón financiero frente a cualquier eventualidad.

No es necesario que empieces ahorrando un porcentaje elevado de entrada. Lo importante es que empieces con lo que puedas. Recuerda: poco ahorro es mejor que ningún ahorro.

2) No debemos descuidar el aspecto emocional

Cualquier crisis afecta la manera en la que tomamos decisiones y muchas de ellas son producto de la incertidumbre, el miedo, la ansiedad o la angustia. Momentos como este pueden jugar con tu mente y llevarte a gastar de manera impulsiva. La clave está en esforzarnos por encontrar un balance entre no comprar cosas innecesarias por desespero y apoyar a los emprendedores y negocios locales en la medida que sea posible.

3) ¿Y qué pasa con las inversiones?

Este punto está muy relacionado con el anterior. Cuando las emociones están fuera de control, podemos tomar decisiones poco óptimas en nuestras inversiones. Por ejemplo, algunos pueden salir a liquidar sus inversiones en el momento en que ya todo ha caído en lugar de esperar a que vuelva a subir. Otros, pueden salir a invertir en activos riesgosos sin hacer un análisis juicioso de hacia dónde puede moverse el mercado después de la crisis.

En momentos de crisis mundial y, sobre todo, en pandemia, es normal que se presente volatilidad en algunas inversiones (posiblemente en todas), pero también es normal que superada la crisis, se estabilicen y se recuperen e, incluso, se valoricen.

Entonces, ¿cuál es la enseñanza que te deja el covid-19 en este aspecto? No inviertas por impulso o invierte en mercados cuyo valor no varíe mucho a pesar de las crisis, una excelente opción es invertir en inmuebles.

4) ¿Se puede invertir en pandemia?

Sí. Aunque invertir en momentos donde la economía pareciera estar tambaleando parece algo contradictorio, la realidad es que las buenas decisiones de inversión dependen también del tipo de activo en el que invirtamos.

Si tomamos como ejemplo el sector inmobiliario, las bajas tasas de interés, la flexibilidad de los bancos y las ayudas gubernamentales convierten a la vivienda en una opción rentable para obtener rendimientos a futuro en este momento.

En cambio, si invirtiéramos nuestro dinero en la compra de un vehículo, por ejemplo, podríamos ver que el retorno va a ser, probablemente, más bajo. Esto porque es un bien que se devaluará por muy bien que lo cuides. Una casa, por su parte, incrementará su valor a medida que pase el tiempo.

Finalmente, es importantísimo tener claro tu horizonte de tiempo. Adquirir un inmueble, por ejemplo, no es una inversión a corto plazo, sino a largo plazo, por lo que es necesario que tengas en cuenta la valorización de la zona donde decidas invertir.

5) ¡Dale rienda suelta a la creatividad!

Esta es una muy buena enseñanza financiera. El covid-19, por muy raro que suene, ha sido generador de creatividad y ha sacado lo mejor de muchos negocios pequeños, medianos e, incluso, grandes empresas. Todos se han visto en la obligación de reinventarse y pensar “fuera de la caja” para seguir funcionando. Como consecuencia, sus ventas se han disparado y se han posicionado entre sus clientes.

Probablemente, todos estamos de acuerdo en que nos hubiese gustado aprender todo esto de una forma menos abrupta, pero el lado positivo de todo esto es que estamos mejor preparados para manejar mejor nuestro dinero en el futuro. ¿Agregarías otra enseñanza?

FUENTE: AMARILO