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Claves para un espacio de meditación en casa

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Actualidad

Claves para un espacio de meditación en casa

Cada vez más la tranquilidad se escapa de nuestras manos y por eso nos sentimos solos, ansiosos y deprimidos. Buscar ese pequeño espacio que nos devuelva un poco de paz y seguridad se ha vuelto una tarea difícil. Solemos caer en el error de escoger sitios públicos que, generalmente, no son lo que esperamos, creemos que cualquier lugar sirve para relajarnos y aislarnos, pero no es así.

Si de verdad queremos un lugar para la serenidad, reflexión y meditación debemos crearlo, no hallarlo. Y ¿qué lugar más perfecto que nuestra casa?. No tiene que ser precisamente una práctica religiosa, tengamos o no cualquier tipo de creencias, todos necesitamos un sitio o un momento que nos devuelva a tierra, que nos permita poner pausa y desconectarnos, dialogar con nosotros mismos y amar la vida. 

Pero es muy importante tener en cuenta que, una vez tengamos ese espacio, la meditación, la seguridad, el flujo de ideas y calma es trabajo de nosotros. ¡La habitación no hará milagros!

Cómo puedes comenzar a meditar

Antes de comenzar a meditar en casa es importante que vayamos primero a un centro donde podamos aprender las diversas formas de realizar meditación. Una persona experta nos dará todos los consejos básicos para hacerlo correctamente y aprovechar al máximo sus beneficios en nuestro cuerpo y mente. Si, precisamente, es el tiempo lo que te impide ir a estos lugares, estamos seguros que en Youtube encontrarás un montón de consejos para dar el primer paso. 

Podemos meditar a diario. No es necesario dedicar más de 15 o 20 minutos. Aprovecha los pequeños ratos de descanso entre los quehaceres para dejarte llevar por todos los beneficios de esta práctica milenaria.

Hacerlo en casa

A veces el hogar puede ser también un poco caótico porque los niños, las visitas, los familiares o, simplemente, el ruido de los vecinos puede arruinar nuestra paz. Por eso te compartiremos algunos pasos para transformar un área de tu casa en el lugar perfecto para meditar. 

Aléjate de los lugares concurridos, sitúa tu rincón en una zona tranquila y poco frecuentada una habitación alejada sería lo ideal, pero también puede ser una zona exterior como un pequeño patio, el jardín o la terraza.

Escoge el día que estés solo o el momento en que ya todos están dormidos. Si de verdad esto es tarea imposible, simplemente cierra la puerta, establece horarios y educa a tu familia para que los respeten y sepan que es tu momento. 

Ordena el espacio que escojas, nuestro entorno es reflejo de lo que llevamos por dentro. La limpieza y el orden ayudan a conseguir la paz interior ¿te imaginas meditar en un sitio donde parezca que las cosas te caerán encima o no huela bien?

Utiliza pocos muebles, lo ideal es meditar en el suelo, en una alfombra o un cojín grande cómodo. Necesitarás alguna mesita o estante para colocar objetos y una manta por si te da frío en algún momento. Debe verse bien, sí, pero tampoco es una competencia de decoración.

Los recordatorios son parte importante de nuestro espacio, ya que nos recuerdan lo que en realidad nos gusta y quiénes somos realmente. Pon ahí tus fotos, tus libros favoritos, velas, cuadros, estatuas, recuerdos de viajes, etc. Es un lugar para que tengas todo lo que te representa, pero ¡no exageres!

Estimula los sentidos, lo ideal es que todos ellos se sientan a gusto para que podamos lograr una relajación más efectiva. Ya hablamos de los cuadros o estatuas para la vista. Las velas y flores, preferiblemente blancas porque es el color relacionado con la espiritualidad, emanan aromas que activan el olfato, así como los aceites aromáticos e inciensos que sirven para eliminar malas vibras y purificar el ambiente. Para el gusto, nada mejor que un té o un jugo natural. 

La estimulación para el oído es algo particular ya que, generalmente, se recomienda meditar en silencio y sin ningún tipo de ruido externo, pero hoy día existen muchas técnicas y hay a quienes la música les ayuda a concentrarse. 

Algunas personas se relajan con los sonidos de la naturaleza, otros prefieren una música suave de fondo. Lo importante es que el sonido elegido consiga alejarte de todo lo que te rodea y te ayude a llegar el estado de concentración y relajación necesario para realizar la meditación que deseas.

Según la teoría de color, hay colores para cada sentimiento, ya sean buenos o malos; por ejemplo, los tonos pasteles (azul, rosa, beige) te relajarán más que los brillantes (rojo, amarillo, azul rey). Puedes pintar una o más paredes para lograr un ambiente de tranquilidad.

¡Olvídate de la tecnología! Apaga, aleja y trata de que ningún tipo dispositivo esté cerca de ti. Eliminarás cualquier tipo de distracción, ruido o vibración. Además, ten en cuenta que estos aparatos interfieren negativamente en la relajación cuando están encendidos por los campos electromagnéticos que generan.

Una zona con luz natural y aire fresco es esencial. Por eso busca siempre una zona cerca de una ventana o, incluso, una pequeña zona exterior.  De esta forma recibirás los beneficios de la luz solar y el aire fresco en tus sesiones de meditación. Los rayos solares promueven la síntesis de la serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar que ayuda a regular el sueño.

FUENTE: AMARILO