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Guía para escoger la cama y el colchón

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Actualidad

Guía para escoger la cama y el colchón

Al comprar una cama muchos se fijan, principalmente, en que cumpla con sus expectativas estéticas. Que sea de madera oscura o clara, que esté tapizada con tela o cuero, que tenga un cabecero liso o capitoneado, que no tenga cabecero… En fin, hay tantas opciones como gustos. Y aunque esas consideraciones son válidas, lo principal es tener presente que un tercio de la vida lo pasamos durmiendo.

Por eso, como lo indica la Asociación Americana del Sueño en su página web, “en dónde dormimos tiene un impacto significativo en la calidad del sueño, una necesidad biológica básica, tan importante como respirar y comer”. También, explica que quienes duermen menos de seis horas diarias no rinden como deberían durante el día y ponen en riesgo su salud. Una razón más para descansar en un lugar óptimo.

Claves para elegir la cama adecuada

Se espera que la cama sea un mueble duradero, no se suele cambiar con frecuencia. Por eso, vale la pena invertir en un buen producto, fabricado con materiales de calidad, que tenga las dimensiones adecuadas para dormir cómodamente y sin estrechez.

  • Para escoger el tamaño es indispensable tener en cuenta el área de la habitación. Lo ideal es dejar al menos un metro libre a los costados y a los pies de la cama para circular sin problema.
  • Las camas más apropiadas para las personas que duermen solas son la semidoble (1,20 metros de ancho x 1,90 o 2 metros de largo) y la doble (1,40 metros de ancho x 1,90 o 2 metros de largo). La sencilla (de 1 metro de ancho x 1,90 de largo), aunque también pueden usarla los adultos, se aconseja para niños entre dos y diez años.
  • Para dormir en pareja, los tamaños ideales son el queen (1,60 metros de ancho x 1,90 o 2 metros de largo) y el king (2 metros de ancho x 2 metros de largo)
  • En cuanto a la altura, lo más aconsejable, más allá de las modas, es que al sentarnos sobre el colchón los pies toquen por completo el suelo y las rodillas queden en un ángulo de 90 grados. Es la manera más ergonómica de evitar esfuerzos innecesarios en la columna al acostarnos y levantarnos.
  • Es necesario revisar que la base de la cama sea lo suficientemente fuerte, uniforme y firme para que el colchón no se hunda o se deforme.
  • Los materiales más resistentes para la estructura son la madera, el hierro y el aluminio.

La importancia del colchón

Hay quienes lo ven solo como un accesorio de la cama, pero lo cierto es que el colchón es su pieza más importante y por eso es clave saber escogerlo.

“El colchón es vital para un adecuado descanso y el buen funcionamiento del cuerpo porque es necesario que la columna vertebral quede en la posición correcta durante las horas de sueño. Si es demasiado blando, sus curvas naturales no se conservan y pueden presentarse compresiones de raíces nerviosas y dolores irradiados”, explica Patricia Otero de Suárez, directora de la especialización en Terapia Manual Ortopédica de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación de la Universidad de La Sabana.

Otero recomienda tener presentes estos consejos básicos para elegir el colchón adecuado:

  • Un buen colchón debe ser firme tanto en sentido vertical como horizontal. Es decir, en el caso de las personas que duermen en pareja, si una se mueve, la otra no se debe ver afectada por el movimiento.
  • Un colchón inadecuado, demasiado blando o excesivamente duro, puede afectar los tejidos blandos (músculos y tendones) y generar presiones inadecuadas que se manifiestan en dolor, disminución de fuerza o sensación de adormecimiento en las extremidades. Se debe buscar un punto medio.
  • El colchón se debe cambiar cuando sus propiedades de firmeza e higiene han disminuido. La falta de firmeza se manifiesta cuando se presentan hundimientos y la de higiene, cuando los ácaros producen alergias o infecciones respiratorias.
  • Un buen colchón que se use a diario puede tener, en promedio, nueve años de vida útil.

Recuerda

  • Antes de comprar un colchón es importante comprobar que sea de una marca reconocida, que realmente se especialice en su fabricación. También, es básico probarlo: lo mejor es sentarse y acostarse en él, por lo menos durante diez minutos, para tener la certeza de que es el indicado.
  • Hay dos tipos principales de estructura para el colchón: resortada y espumada.
  • Para el relleno se imponen las espumas, las fibras naturales, el poliéster, las fibras viscoelásticas, el látex y la guata.
  • La firmeza del colchón no depende del grosor. Lo usual es que tenga entre 23 y 30 centímetros.

FUENTE: AMARILO